Este 2 de octubre se cumplen 54 años de la represión del movimiento estudiantil de 1968, uno de los capítulos más tristes y violentos en la historia del país, porque en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco hubo estudiantes heridos, muertos, detenidos y desaparecidos, sin que a la fecha se precisen las cifras.

El poblano Gustavo Díaz Ordaz entonces era presidente de México y ordenó disolver la protesta que cientos de miles de estudiantes universitarios encabezaban en demanda de libertad a los presos políticos, destitución de jefes policiales, de los generales Luis Cueto Ramírez y Raúl Mendiola y el teniente coronel, Armando Frías.

Así como la extinción del cuerpo de granaderos, derogación del art. 145 y 145 bis del Código Penal Federal que condenaba el delito de disolución social y funcionaba como el argumento jurídico que justificaba las agresiones, deslindamiento de responsabilidades de las autoridades y la indemnización a los familiares de los muertos y heridos desde el inicio del movimiento.

De acuerdo con la investigadora Gloria Tirado Villegas, en Puebla la comunidad estudiantil apoyó mediante diferentes eventos el movimiento del 68, porque se sentían identificados, ya que en el estado hubo diversos detonantes como la detención del estudiante Enrique Cabrera Barroso y el linchamiento de trabajadores de la Universidad Autónoma de Puebla en la junta auxiliar de San Miguel Canoa.

Indicó que en aquella época no era normal que dichos movimientos aparecieran en los medios de comunicación, por lo que carecieron de reconocimiento a nivel nacional durante muchos años.

¿Qué ocurrió el 2 de octubre y el movimiento estudiantil de 1968?

¿Qué ocurrió el 2 de octubre y el movimiento estudiantil de 1968?

Añadió que fue hasta tiempos recientes que los testimonios de muchos, quienes eran estudiantes, abrieron las puertas a la información y búsqueda de justicia.

Desde 1958, los estudiantes liberales iniciaron una lucha por transformar el contenido confesional de la enseñanza que se impartía en la entonces Universidad Autónoma de Puebla (UAP), pero sin obtener resultados.

Para 1966, los grupos de izquierda se organizaron en el Movimiento 13 de marzo y la sección local de la Confederación de Estudiantes Democráticos (CNED) y manifestaban su rechazo a la política de la rectoría universitaria por medio del Comité de Lucha Estudiantil.

Además, notas periodísticas de aquella época y recabadas por el archivo de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) refieren que en respuesta, los seguidores de la confederación estudiantil destruyeron las escuelas de Físico-matemáticas, Economía y la Preparatoria Benito Juárez.

A mediados de 1967, renunció el rector Alfonso Vélez Pliego, pero ninguna de las fuerzas enfrentadas pudo hacerse cargo de la dirección universitaria, así que entre 1967 y 1969 los estudiantes democráticos sostuvieron una lucha activa, a veces cuerpo a cuerpo, en contra del pandillerismo, que algunos referían estos últimos tenían vínculos en el gobierno y su aparato partidario.

En septiembre de 1968, las autoridades de la UAP desaprobaron estos actos y urgieron a los líderes del movimiento para que la universidad volviera a la calma, al mismo tiempo que los ímpetus de los universitarios en la Ciudad de México se mantenían al alza.

El 19 de septiembre, los poblanos se despertaron con la noticia de que habían sido invadidas por el ejército las instalaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El Consejo Universitario, bajo la presidencia de la Junta Administrativa, se reunió y acordó exigir al gobierno federal la devolución inmediata de los recintos universitarios y la libertad de los detenidos a causa del movimiento; la sociedad poblana se polarizó.

Para los estudiantes de izquierda fueron días de intenso activismo político por lo que mantuvieron sus manifestaciones tanto en Puebla como en la capital del país hasta que ocurrió la represión del 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco.

Toma de la UDLAP fue ilegal y violenta como en el 68, señala el rector

Toma de la UDLAP fue ilegal y violenta como en el 68, señala el rector

El 3 de octubre, en protesta contra el régimen, los estudiantes poblanos tomaron la calle y lo denunciaron. Fue la última manifestación tolerada a corto plazo porque a partir del 5 de octubre quedó prohibida “toda clase de manifestaciones y actos públicos estudiantiles” en la ciudad.

“Por eso -dirá el comandante de la XXV Zona Militar, general Eusebio González - se han girado instrucciones a todos los destacamentos militares y defensas rurales en el estado, para que cooperen con las autoridades municipales y les otorguen todo su apoyo para evitar la realización de actos sediciosos”, se lee en el escrito.

Hasta el día 10 de octubre de 1968 el ejército, en coordinación con otros “cuerpos del orden”, impidió mítines en los municipios de Chiautla, Izúcar de Matamoros, Atlixco, Ciudad Serdán y Huauchinango.

En esta última ciudad un grupo de 10 activistas, provenientes del entonces del Distrito Federal (DF), fue aprehendido y deportado a la capital de la República, ya que había órdenes precisas de que se entregaran de inmediato todos los elementos subversivos a las autoridades judiciales del DF.

Fue el 6 de diciembre de 1968 cuando el Comité Nacional de Huelga, sección Puebla, dejó de paralizar la institución, pues ese día, parte de las escuelas, excepto Leyes y Filosofía y Letras, votaron por levantar la huelga.

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